Qué tendrán los post bodiles que no dejan indiferente a nadie. A algunas les parecen demasiados. Otras muchas los esperáis con ansia. Así que me váis a permitir una nueva entrega del mega post bodil, ese en el que encontrar 20 ideas por menos de 200 euros (algunas por un poco más, otras por mucho menos) para sobrevivir a la temporada que se avecina. ¡Que levante la mano la que tenga boda a la vista!
No perdamos más tiempo. Comenzamos como siempre con Zara, que por ahora no es que esté especialmente espléndida, pero como siempre no nos falla con vestidos como este, en cierto modo básicos, que pueden pasar más desapercibidos si tenemos la mala pata de encontrarnos una hermana gemela en la boda. Cuesta 49,95 euros.
De Zara pasamos a Mango, que aunque suele ser más generoso que Zara en los aspectos bodiles, tampoco tiene una oferta para echar cohetes en estos momentos. Me quedo con este vestido metalizado, perfecto para una boda de tarde, que tiene un precio de 39,99 euros.
Un nombre que ha entrado con fuerza en el mundo bodil es Coosy, y no es de extrañar porque además de diseños de actualidad sus precios no están nada mal. Uno de sus hits es la falda de tul, que por ahora no está muy quemada en los eventos bodiles y que nos soluciona la papeleta tanto en una boda de día como de noche. Cuesta 94 euros.
Poete es otra marca joven que lleva ya varios años como alternativa potente en el mercado de invitada, aunque últimamente no sé si es por la web o por haber incorporado una línea más informal ha perdido, desde mi punto de vista, la frescura de sus primeras temporadas. Aún así seguimos encontramos joyitas como este vestido largo estampado que cuesta 159,90 euros.
Seguimos con aires nuevos en el mundo bodil. Wild Pony, la hermana pequeña de Compañía Fantástica, llega con una colección para una invitada que ellos mismos denominan effortless. Diseños sencillos, colores planos y fáciles de combinar… Una apuesta segura. Me quedo con este vestido verde con detalle en los hombros que tiene un precio de 90 euros.
Seguimos con otra nueva amiga (desde luego que no os quejareis) aunque vieja conocida: Cherubina. Ya repasamos su colección completa, pero para esta selección me quedo con el Texas (desde 160 euros), idal para lucir con tocado o pamela en una boda de día.
Massimo Dutti fue tradicionalmente un refugio bodil, pero ultimamente está de un raro que me tiene roto el corazón. Rebuscando y rebuscando, lo mejor que he encontrado es este vestido rosa, aunque me da en la nariz que es un poco cortito. Su precio, 79,95 euros.
Las que me seguís habitualmente sabéis que no soy muy amiga de los monos, pero siguen siendo la alternativa más sólida a los vestidos. Y los mejores son los que firma Mordisco de Mujer, convertidos ya en un clásico desde hace varias temporadas. Este año se actualizan con largo cropped y volante asimétrico en diseños como este, el Sur, que cuesta 190 euros.
Un poquito de rojo para parar tanto rosa, que por mucho que me esté resistiendo, y eso que me gusta, aparece por todos lados. Otro diseño sencillo, para convertir en fondo de armario, que puede tener varias vidas según juguemos con los complementos. Es de Uterqüe y cuesta 125 euros.
Os habréis dado cuenta que en la selección predominan los lisos sobre los estampados, pero es que inconscientemente me resultan más sencillos de combinar y de adaptar a distintas situaciones. Aunque todo eso se me olvida cuando veo vestidos como este de Asos, una auténtica joyita que sólo cuesta 98,59 euros.
Si Coast tuviera tienda física en España estoy segura de que arrasaría en estos menesteres, y es que su colección para invitada (y no digamos la línea novia low cost) es una maravilla. Me paso un poco en el presupuesto (229 euros) con este vestido combi que me ha enamorado y que me parece súper elegante.
También es evidente que no soy muy de vestido largo, pero soy consciente de que para muchas es la única opción en bodas de tarde. Lo más importante siempre es no parecer que una se ha escapado de Noche de Fiesta. ¿Qué tal un diseño minimalista como este de Intropía, anteriormente conocido como Hoss? Su precio, 204 euros.
¿Brillos para una boda? ¿Por qué no? Siempre con moderación y con complementos súper neutros, claro. Volvemos con el rosa con este vestido de French Connection que cuesta 229 euros.
¿Alguien quiere otra idea de mono? Los de Etxart&Panno están genial, tanto de diseño como de precio. Este turquesa cuesta 179 euros.
El encaje es una de las tendencia de esta temporada, así que habrá que llevárselo de boda. En la línea del que vimos de Zara al principio del post pero en tono maquillaje tenemos este de Sfera que cuesta 35,99 euros.
La colaboración de Juanjo Oliva con Elogy parece que se consolida, y aunque sus diseños bodiles no sean para tirar cohetes, no hay por qué no darles una oportunidad cuando se trata de desesperación bodil. Volvemos con la apuesta segura con este diseño azul que cuesta 129 euros.
Recordaba un pasado más glorioso de Topshop en el tema invitada, o será que este año están más por el tema festivalero, porque el asunto amiga de la novia no lo tienen muy trabajado. Quizá se salve este vestido en rosa (otra vez!) con cinturón, perfecto para una boda de noche en verano. Su precio, 95 libras.
Y hablando de pasado glorioso, el de Blanco, que a más de una sacó de un apuro en esa boda que no sabía que ponerse y no había mucho presupuesto para gastar. Ahora cuesta un poco encontrar algo adecuado, y no pondría la mano en el fuego por este vestido sin verlo en directo, pero puede tener posibilidades. En verde espuma y largo, cuesta 29,99 euros.
Nos quedan dos para llegar a veinte. Le toca el turno a Tintoretto, marca de la que muchas renegamos pero terminamos echando un vistacillo porque algo hay seguro. Como este vestido rosa (sorpresa!) con apliques en negro y escote asimétrico que cuesta 99,95 euros.
Y la guinda de la tarta viene de la mano de Dolores Promesas. Vestido a la rodilla, estampado y con manga al codo, que con un poco de propina (249,90 euros) puede convertirte en la invitada perfecta.
¿Qué os ha parecido la selección bodil? Si no encontráis alguno que os guste… ¡no respondo!
